sábado, 19 de noviembre de 2011

El entorno de Caravaggio: quién es quién en sus cuadros

Las obras de Michelangelo Merisi, Caravaggio, son decisivas para la historia de la pintura. En ellos encontramos a personajes golpeados por una violenta luz que esculpe sus facciones y les confiere una potencia plástica extraordinaria. Nunca fueron estas figuras cánones idealizados sacados de la estatuaria clásica, sino retratos fidedignos de una serie de personas que siempre estuvieron muy cerca del propio artista.

En estos cuadros las santas no son santas, la Virgen es una muchacha romana, los ángeles nos dejan adivinar por su pícara sonrisa que nunca conocieron el cielo, sino las cloacas más infectas de la Ciudad Eterna. Amigos de Merisi, prostitutas frecuentadas y alumnos traviesos pueblan los lienzos, mezclados con mendigos fingiéndose apóstoles y la figura de un hombre moreno y ceñudo que no es otro que el propio artista ocultándose tras la máscara del personaje..

Baco Tañedor de laud

EL CONCIERTO

Los primeros modelos que aparecen en sus cuadros son jóvenes, como lo eran el artista y sus amigos en los últimos años del siglo XVI. Mozalbetes aspirantes a artistas, como Mario Minniti, el siciliano que fue su fiel compañero durante los primeros años romanos. Le hallamos convertido en un orondo Baco o un blando laudista, siempre con su mirada perdida y bobalicona. Con el tiempo, Minitti abandonaría a Caravaggio para casarse y volver a su patria, donde estableció un próspero taller pictórico que produjo multitud de obras religiosas para las iglesias e instituciones locales. Murió viejo y rico, gracias a su buen olfato como negociante y su poca ambición artísBaco enfermotica.

Junto a él vemos aparecer a un muchacho de rasgos mucho más duros. Es un morenote de gruesos labios y expresión algo hosca. Es el músico que nos mira desde El Concierto junto a Minitti y el Baco Enfermo de tez verdosa. Es el propio Caravaggio, y nos lo encontraremos muchas más veces durante toda su carrera.

Nuestro pintor pronto encuentra a un protector en la persona del cardenal del Monte, y de la mano del prelado llegarán los grandes encargos públicos y la fama artística. En un cuadro como San Francisco en éxtasis vemos al rico mecenas caracterizado como el santo, yaciendo lánguidamente en los brazos de un andrógino ángel. Tal vez una velada mención a la condición de homosexual de su protector, secreto a voces en la sociedad romana de la época.

San Francisco en éxtasis

Pero Caravaggio no sólo frecuentaba las altas esferas. La verdad es que los artistas vivían en los peores barrios de la ciudad. Aunque Caravaggio estaba alojado en el palacio del cardenal, no perdía ocasión de perderse en las peores tabernas de la zona, donde se encontraba con sus amigos, muchos de ellos pintores también. Y en aquellos antros se bebía y se hacían otras muchas cosas. En este entorno abundaban las prostitutas profesionales u ocasionales, y Caravaggio siempre reservó lo mejor de su arte para dejarnos constancia de su admiración por estas bellas mocetonas. Sus santas son poderosas, y nadie mejor para prestarles sus llamativos rasgos que Filis Melandroni, ya sea como Judith, Santa Catalina o la Magdalena.

Santa Catalina de Alejandría Entierro de Cristo

Judith decapitando a Holofernes

Filis fue, efectivamente, prostituta. Y una de las más populares en la Roma de su tiempo. De origen sienés, muy joven llega a la Ciudad de los Papas para ganarse la vida. Su belleza y carácter alegre le atraerán las miradas de protectores a veces muy poderosos. Algunos de ellos también serán los mecenas de Caravaggio. Su mirada altiva y su poderosa presencia física la harán protagonista de algunos de los mejores cuadros del artista. Su amiga y compañera de fatigas Annuccia Bianchini será también modelo de Merisi. Es la Magdalena pelirroja que yace entre frascos de perfume y joyas o Marta en Marta y María Magdalena, donde comparte protagonismo con Filis.

Marta y María Magdalena Magdalena

Otra mujer importante en la obra de Caravaggio es Lena Antognetti, que será la musa de sus últimos grandes encargos romanos. La vemos como protagonista en la Virgen de los Palafreneros, la Magdalena en éxtasis o la Virgen de los Peregrinos. Fue otra mujer de robusta belleza y vida complicada, que parece compartió la del pintor durante algún tiempo. En su primera juventud había sido amante de cardenal y ahora vivió durante una temporada una tormentosa relación con el artista.

Virgen de los Desamparados Virgen de los Palafreneros (2)

Recientemente se ha podido identificar al mocoso travieso caracterizado como Amor Victorioso con Francesco Bonneri, un joven ayudante de Merisi que vivía en su casa. Este Francesco o Cecco fue posteriormente pintor de buena talla. Ha pasado a los libros con el sobrenombre de Cecco del Caravaggio.

Amor victoriosoPor identificar estan todavía algunos personajes recurrentes en su obra, como el sayón de cara malvada de algunos de sus Ecce Homo o el anciano vagabundo al que frecuentemente caracteriza como apóstol o santo. Tampoco sabemos si retrató a alguno de sus amigos más célebres, como Orazio Gentileschi u Onorio Longhi,  compañeros de juergas nocturnas en la decadente Roma.

El asesinato de Ranuccio Tomasoni obligó a Caravaggio a abandonar Roma. En sus últimas obras de su carrera vuelven a aflorar los autorretratos del artista. Toman ahora un cariz lúgubre, pues reconocemos a Merisi en el rostro de un hombre barbudo y demacrado, a veces de mirada desesperada, que se pierde en las sombras mezclado con otros personajes. Sin embargo, el más elocuente de estos autorretratos lo encontramos David (Galeria Borghese)en el David y Goliat, donde el joven héroe parece más apesadumbrado que victorioso mientras sostiene la desfigurada cabeza del enemigo derrotado. Esta no es sino la testa del propio Caravaggio, que mira al vacío con ojos vidriosos de cadáver. Terrible premonición.

Cuando el pintor se vio obligado a huir de Roma como convicto de un crimen, también se alejó de las personas que habían habitado su mundo. Hasta su muerte fue ya un fugitivo siempre temeroso de ser alcanzado por la venganza de sus enemigos. Mientras, sus amigos y conocidos seguían con sus vidas, cada uno a su manera. El cardenal Del Monte murió viejo y rico en su palacio tras haber intentado inútilmente acceder al papado. Cecco continuó con su carrera, aunque se conocen muy pocos datos de su vida. Minniti murió como artista respetado en su patria siciliana. De las mujeres, Ana Bianchini murió en 1606, sin haber podido salir de los burdeles en donde había empezado su carrera; Lena murió de enfermedad en Roma pocos meses antes que el propio Caravaggio (1610). Filis fue expulsada de la ciudad en 1612 por su vida escandalosa, pero volvió algún tiempo después. Murió en 1618, a los 37 años, dejando en testamento a uno de sus últimos amantes un precioso retrato que años atrás le hiciera su amigo, el pintor Michelangelo Merisi, conocido como el Caravaggio.

CARAVAGGIOFillede

P.D. – Observo incrédulo cómo al incluir la imagen del “Amor Victorioso”, blogger censura la reproducción interpretando como algo punible la representación de un angelote desnudo, hecha en el siglo XVII. Lo que es arte y se expone en un prestigioso museo aquí se tacha con un borrón negro. Habrá que poner calzoncillos a todos los querubines de Rafael, Murillo y todos los grandes maestros. A Miguel Angel ya le vistieron las figuras de su Juicio Final, pero eso fue en el siglo XVI. Parece que no avanzamos. Viva Il braghetone!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expresa tu opinión. Es gratis!!!